Hace unos días, tuve la oportunidad de concurrir a la muestra de un pintor que dejó una huella muy relevante en el arte de la pintura: una exposición inmersiva del gran Vincent Van Gogh.
Este
acontecimiento fue en la capital de mi provincia, en la ciudad de Corrientes.
Por supuesto que sin dudarlo mucho, viajé para poder presenciar. Y valió la
pena, vaya que si.
Siempre
Vincent fue uno de mis pintores preferidos, por sus colores, por su estilo tan
particular, pero desde que vi esta muestra, mi admiración subio varios escalones.
Fue muy emocionante
poder estar dentro de las obras, pero más emocionante la voz del locutor en of
que relataba en primera persona la vida de Van Gogh….él mismo me hablaba.
Y asi fueron transcurriendo todos los acontecimientos en la vida del pintor. Las etapas de su vida, divididos en varias escenas.
Obras y más
obras, retratos y más retratos, flores y más flores, días y noches, amarillos
radiantes y azules profundos, sin pensarlo estuve invadida por la obra de mi
pintor preferido, estuve dentro de ellas, me cayeron flores de todos colores,
estuve una hora de mi vida en la vida de Vincent….todo Vincent, todo Van Gogh.
Muy
emocionante. Muy movilizador…
Salí llena
de arte, de colores, de emociones, de sueños, de esperanza….
Y como él diré
una y otra vez….”Primero sueño mis cuadros, luego pinto mis sueños”