Durante el
mes de noviembre, las calles, plazas, paseos de Argentina, se tiñen de color violeta.
Las flores
del jacarandá con su inolvidable e inconfundible color violáceo adornan la
primavera del hemisferio sur.
Muchos les
han cantado y escrito a esas flores, muchos hemos jugado , de niños, con sus
frutos y semillas llamándolas orejas de gato.
Recuerdo de
mi niñez es la “Canción del Jacarandá” de nuestra siempre recordada Maria ElenaWalsh.
Canción del jacarandá
Al este y al oeste
llueve y lloverá
una flor y otra flor celeste
del jacarandá.
La vieja está en la cueva
pero ya saldrá
para ver qué bonito nieva
del jacarandá.
Se ríen las ardillas,
ja jará jajá,
porque el viento le hace cosquillas
al jacarandá.
El cielo en la vereda
dibujado está
con espuma y papel de seda
del jacarandá.
El viento como un brujo
vino por acá:
con su cola barrió el dibujo
del jacarandá.
Si pasa por la escuela,
los chicos, quizá,
se pondrán una escarapela
del jacarandá.
llueve y lloverá
una flor y otra flor celeste
del jacarandá.
La vieja está en la cueva
pero ya saldrá
para ver qué bonito nieva
del jacarandá.
Se ríen las ardillas,
ja jará jajá,
porque el viento le hace cosquillas
al jacarandá.
El cielo en la vereda
dibujado está
con espuma y papel de seda
del jacarandá.
El viento como un brujo
vino por acá:
con su cola barrió el dibujo
del jacarandá.
Si pasa por la escuela,
los chicos, quizá,
se pondrán una escarapela
del jacarandá.
En esta
semana también encontré un texto referido a este árbol ,de un poeta entrerriano que admiro mucho, Roberto Romani, que la comparto junto con la foto que ilustraba en su pagina de
Facebook.
LAS MANOS DE DIOS
Primero fue el viento del mediodía. Después la lluvia que sorprendió a los caminantes y te acercó a la tierra. Y allí estabas, jacarandá de los gurises con mochila y enamorados con serpentinas en el alma. Allí estabas postal de savia lenta, pintando la tarde de noviembre con las albricias de tus ramas con milagros.
Cuando me acerqué a tu resignada espera, me acariciaron tus sensaciones violetas. Entonces decidí la fotografía.
Ahora que me envuelve tu recuerdo y subo al cielo de Paraná una canción de esmeralda, estoy convencido que prolongas a las calles las manos de Dios.
ROBERTO ROMANI .-
Cuando me acerqué a tu resignada espera, me acariciaron tus sensaciones violetas. Entonces decidí la fotografía.
Ahora que me envuelve tu recuerdo y subo al cielo de Paraná una canción de esmeralda, estoy convencido que prolongas a las calles las manos de Dios.
ROBERTO ROMANI .-
Y si, a
pesar de los años, al nombrar al jacarandá, brota la canción….al este y al
oeste, llueve y lloverá…..una flor y otra flor celeste, del jacarandá…
y asi voy cantando mientras camino por veredas llenas de las gotas celestes que llovieron del jacarandá.
