El próximo 16 de noviembre, mi ciudad, mi querida Curuzú
Cuatiá, cumple sus 209 años de vida y los curuzucuateños, orgullosos como somos
de nuestra ciudad, lo festejamos lo mejor posible.
La Dirección de Cultura de la Municipalidad, organiza
variadas actividades a realizar durante todo el mes.
En esta oportunidad, hay ofertas de participación redactando algo, contando Historias de mi Pueblo, o Pintando nuestra Ciudad, o Ferias donde se expone todo lo que se realiza durante el año.
En esta oportunidad, hay ofertas de participación redactando algo, contando Historias de mi Pueblo, o Pintando nuestra Ciudad, o Ferias donde se expone todo lo que se realiza durante el año.
Como siempre, me gusta participar, y como el arte es lo mío,
participaré con una historia y con una pintura.
Primero comparto el texto que envié para participar, muy
actual por lo que estamos viviendo los argentinos eligiendo nuestros
representantes, y a la vez conmemorativo por alguien que marcó con sus
enseñanzas mi vida adolescente.
Día de
comicios, allá por 1979
En estos días de candidatos, posibles, imposibles, futuros,
eternos…recuerdo a quien por primera vez en mi vida me hizo conocer una vieja
urna de madera para los comicios.
Si bien en mi casa, se hablaba de estos temas, ya que yo,
eterna preguntadora, consultaba a mis padres y ellos, contestaban tarde o
temprano porque seguía insistiendo, pues….siempre me interesó la política,
aunque casi no se note hoy en día…..
Transcurría año 1979, Instituto Nuestra Señora del Pilar, Colegio Carmelitas, profesora : la siempre recordada por todas las alumnas de esa época, la Srta. María Angélica “Chuchi” Robbiano. Época de Proceso de Reorganización Nacional, (que de reorganización no tenía nada) pero bueno, había que ponerle un nombre a la Dictadura. En esa época mucho no entendíamos lo que sucedia, sí que la violencia y el miedo eran moneda corriente en nuestra querida Argentina.
En la materia que
nos brindaba, Educación Cívica o algo así, (ya que esta catedra cambiaba de
nombres continuamente en esos años), ella nos hablaba de la Constitución
Nacional, aunque también nos hizo conocer la Constitución paralela del Proceso
que nunca la leí….(también era rebelde a mi manera).
Pero esta profesora, una mañana, haciendo caso omiso a la política
reinante, colocó en el frente del salón de clases una vieja urna de madera…..
Luego de explicarnos para qué servía, de hablarnos de
diputados, senadores, presidente, vice y todo lo demás procedió a decirnos que
íbamos a hacer algo que todos los ciudadanos tenemos la obligación y el DERECHO
a hacer….elegir a nuestros representantes.
Ese era el tema del dia….
Día de elecciones, día de un simulacro de elecciones…..a
nombrar presidentes de mesa, sacar los super nuevos DNI VERDES, hacer cola de
acuerdo al abecedario y A VOTAR!!
Todo un acontecimiento!!
Como éramos bastante artistas, en ese comicio, había toda
clase de votantes, el que se presentaba mostrando alguna insignia, o vivaba a
algún candidato, entonces era voto cantado, el que ponía dos boletas distintas
para hacer voto nulo, todo….completo nuestro día de elecciones.
Creo que esos hermosos momentos son los que nos formaron
como ciudadanos, esos momentos, con esta profesora; que nos enseñó a no ser
hombres masa, a no seguir a cualquiera por parecer más vivo, más piola como
decimos hoy, o por hacer las cosas más fáciles…
Nos mostró al HOMBRE DE LA CABEZA GACHA, (que tanta gracia
nos daba entonces ) trazando en el pizarrón, el hombrecito de palitos con la
cabeza hacia abajo mostrando la falta de personalidad, mostrándonos que en la
vida hay que ser honestos, íntegros, trabajadores y siempre buscando el
bienestar general, mas allá de las ideologías que no son malas, sino que promueven
en muchos el tirano fanatismo que tanto nos hizo y nos hace mal a los argentinos.
Este es mi recuerdo de un hecho y de una gran profesora, la
Srta. Chuchi Robbiano que por siempre está en nuestros corazones de
estudiantes.
3 comentarios:
Recuerdo con mucho cariño a mis profesores de la escuela, pues ellos hicieron todo lo posible por educarme, no solo en cuanto a conocimientos, sino también como persona. La historia que nos cuentas es preciosa, y muestra que vuestra profesora sabía realmente enseñar.
Si amigo, tuve el placer de trabajar con ella siendo ya profesora, pero nunca pude agradecer todo lo que aprendimos en sus clases. Le debia este agradecimiento póstumo.
Magnifico el taller de dibujo, hay verdaderas preciosidades.
Felicidades! Buen trabajo!
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