Algunas
artes, como la música y la pintura, las
practico, las otras las aprecio, las disfruto y a otras muchas espero poder
practicarlas algún día.
Y si de
pintura hablamos, una técnica que me faltaba explorar era la ACUARELA.
Uno de mis
amigos artistas, ex alumno de primaria, Jorge Gamarra, me invitó a un taller de
acuarela que dictaría en mi ciudad, el genial Javier Acuña. Un pintor de
nuestra tierra litoral, chaqueño él. Un artista fenomenal y mejor persona aún, quien
a su vez exponía en la Casa del Bicentenario una serie de acuarelas en pequeño
formato. Una más bella que otra. Retratando en cada una, lugares de su Chaco y
muchas de barcos en el sur del país.
Esto fue en
noviembre pasado…..un dia, donde el explorar la acuarela fue la novedad del
año.
Desde el
mojar el papel, dar los primeros colores, mover la obra dejar que el agua haga de las suyas. Eso fue
el principio…..la sensación inimaginable, solo vivirla.
“La acuarela
no muestra….INSINÚA” ….esa fueron las palabras
que uso el maestro para definirla, y asi
tratamos de hacer.
El silencio,
la concentración de los talleristas, llamó la atención del maestro.
Solo queda
continuar explorando
2 comentarios:
¡¡Una estupenda exploración!! Me encanta que nos cuentes estas cosas. Los de Disney ignoramos mucho de las actividades culturales que se realizan en provincias. ¡Bravo por la Mesopotamia y el litoral!
Besos y otra vez, ¡bienvenida! .
Qué suerte tener ese tipo de talentos! Si m pongo con una acuarela no llego mucho más allá de emborronar el papel. Siempre me habría gustado saber dibujar, por ejemplo, pero soy un negado.
En cambio, las acuarelas que nos traes son bien bonitas. Seguro que te lo pasas bien con ese grupo de amigos aprendiendo técnicas nuevas. Llenar nuestro tiempo de las cosas que nos gustan es una bendición.
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